Otra colombiana apareció muerta en situaciones desconocidas en Ciudad
de México el pasado lunes. La caleña Stephanie Magón Ramírez, de 23 años, fue
hallada desnuda y con huellas de golpes en su cuerpo en un céntrico barrio de
la capital azteca. Se conocen pocos detalles de su caso. Y lo que se sabe es
tan confuso, que incluso las versiones de las autoridades se contradicen unas
con otras.
Primero, el presidente del
Tribunal Superior de Justicia (TSJ) de la capital mexicana, Édgar Elías Azar,
aseguró que la joven no murió por una caída desde la azotea como se dijo en un
principio, sino que –por las condiciones en las que apareció su cuerpo–
Stephanie había sido víctima de una “severa golpiza” que le causó la muerte.
Repentinamente la versión
oficial cambió. Este miércoles, el TSJ se echó para atrás y se sumó a la
versión que entregó la Procuraduría General de ese país: la modelo murió como
resultado de una “precipitación”. La necropsia arrojó que no había huellas de
forcejeo, lucha, sometimiento o defensa.
“Además de todo lo referido,
el representante social ha tomado más de diez entrevistas a varias personas y
ha realizado diversas diligencias ministeriales dentro de la carpeta de
investigación correspondiente, así como un cateo. (…) Dicha diligencia se realizó
en presencia de personal de la Embajada de Colombia”, detalló la Procuraduría.
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